martes, 20 de diciembre de 2011
Explotación sexual infantil
La explotación sexual infantil puede tener dramáticas consecuencias en los menores que la sufren, y convertirse en potenciales ofensores en el futuro.
Hasta hace menos de una década, existían pocas investigaciones y publicaciones en nuestro país sobre la explotación sexual infantil. Sin embargo, los datos ya existentes son suficientes para constatar la gravedad del problema tanto por su extensión como por las graves consecuencias para las víctimas.
La explotación sexual es una actividad ilegal mediante la cual una persona (mayoritariamente mujer o menor de edad) es sometida de forma violenta a realizar prácticas sexuales contra su voluntad, por las cuales un tercero recibe una remuneración económica. Este vergonzoso delito está presente hoy en día en todos los rincones del mundo, favoreciendo así la trata de personas, principalmente mujeres. Las mafias criminales secuestran niñas y las explotan, hasta que no resultan atractivas sexualmente.
Las niñas son las que se llevan la peor parte. Según datos de la Federación de Planificación Familiar de España (FPFE), cuatro millones de mujeres jóvenes y niñas cada año son objeto de compra y venta para ser prostituidas, esclavizadas y obligadas a contraer matrimonio forzoso en muchos países del mundo. Asimismo, recuerda que el 90 por ciento de los menores con los que se trafica en África para luego utilizarlos como trabajadores para el servicio doméstico o para la explotación sexual, son niñas.
Numerosas ONGs luchan por defender los derechos de estas mujeres tratadas como objetos y que sufren física y psíquicamente este tipo de torturas. Sin embargo, se calcula que más de 2.000.000 de mujeres y niñas son explotadas sexualmente en todo el mundo.
Maltrato infantil en España
En el caso de España, la Asociación para los Derechos del Niño y de la Niña (PRODENI) estima que más de 100.000 niños pueden padecer malos tratos.
También en España miles de niños y niñas son víctimas inocentes del mundo adulto, que les somete a malos tratos, abandono, abusos, marginación y, explotación sexual infantil.
Según las estadísticas, un 15,2 por ciento de los niños y un 22,7 por ciento de las niñas sufren abusos sexuales en nuestro país. Igualmente, las ONG´s denuncian que en España aún no disponemos de suficientes herramientas contra la pornografía infantil en Internet.
Indicadores de abuso sexual infantil
El abuso sexual infantil acontece en muchos casos en un ambiente familiar y/o en un contexto privado, así los menores se sienten impotentes para desvelar el abuso.
Dadas las pocas evidencias en investigación, no se puede establecer una correlación determinante entre la causa y el síntoma; de hecho, estos síntomas pueden ser respuestas a otro tipo de traumas, como abuso físico o emocional, conflictos familiares, alcoholismo, etc.
Los indicadores sexuales pueden aparecer solos o acompañados de manifestaciones físicas; pueden variar desde cambios bruscos de comportamiento hasta conductas extremas, variando en función del estadio evolutivo.
Los síntomas, que varían en función de la edad y el sexo, pueden ser subdivididos en las siguientes categorías:
Trastornos funcionales, como problemas del sueño, trastornos de la alimentación…
Problemas conductuales, agresión física, llanto incontrolado…
A continuación se muestra una tabla* de indicadores conductuales y funcionales en abuso sexual aplicable a la inmensa mayoría de menores maltratados:
Niños Adolescentes
Trastornos del sueño
Trastornos de la alimentación
Conducta autodestructiva
Dificultades sociales
Hiperactividad
Agresión física
Llanto incontrolado
Fracaso escolar
Escapadas de casa
Intentos de suicidio
Automutilaciones
Consumo de drogas, alcohol
Conducta antisocial
Conductas agresivas
Delincuencia
Trastornos de la alimentación
Depresión
La ansiedad y el miedo son resultados frecuentes en la explotación sexual infantil, que se manifiesta de diversas formas, tanto a corto como a largo plazo.
El suicidio, las ideas de suicidio, también aparecen entre los menores que han sido victimas de abuso sexual.
No obstante, hay algunos niños que pueden vivir la explotación sexual y no manifestar signos de trauma, son niños asintomáticos.
Consecuencias
El grado en el cual el abuso afecta a la victima dependerá de diferentes factores, entre otros, su edad, el desarrollo de su personalidad, el grado de relación con el ofensor, el nivel de violencia y amenazas recibidas, la frecuencia de intensidad del abuso, el apoyo familiar o si se ha recibido la ayuda profesional adecuada.
Conclusiones
Aunque es mucho lo que se desconoce, se ha comprobado por múltiples investigaciones sobre la explotación sexual infantil, que los trastornos psicopatológicos más graves como el trastorno disociativo de personalidad o de personalidad múltiple, correlacionan en un 98% con experiencias de intensos abusos físicos y/o sexuales en la infancia, confirmándose que muchos llegan al suicidio.
Se trata de un grave problema social que exige de la colaboración conjunta de profesionales relacionados con el mundo de los niños, para dar una respuesta eficaz a victimas, familias y ofensores.
Los profesionales de la salud tienen la responsabilidad de atender los posibles indicadores o síntomas de estos niños, ya que muchas victimas nunca lo van a contar.
Es obligación de todos y, sobre todo de las autoridades competentes dedicar esfuerzos y recursos para la prevención, detección y erradicación de esta plaga social que es la explotación sexual infantil.
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