miércoles, 22 de diciembre de 2010

El Sexo en la Biblia: Santos y Pecadores


La telenovela de Judá y Tamar
En hebreo, yibbum es la práctica bíblica de que si el hermano casado muere, su hermano menor debe tomar el lecho con su cuñada hasta que se quede embarazada. Pero entonces, se pretendía que el hijo era del difunto, y el hermano que verdaderamente engendraba al niño perdía sus derechos. Esto también se conoce como el matrimonio levirato.

Este fue el caso extremo de Judá, cuyo hijo Er se casó con Tamar. Algo malo debió hacer Er, sin embargo, pues Dios lo mató.

Entonces Judá dijo a su hijo Onán: "Cásate con la mujer de tu hermano y cumple como cuñado con ella, procurando descendencia a tu hermano."
─ Génesis 18:8

A Onán no le pareció muy bien la idea, y aunque "si bien tuvo relaciones con su cuñada, derramaba a tierra, evitando el dar descendencia a su hermano".

El coitus interruptus no agradó a Dios, y también mató a Onán. Entonces dijo Judá a su nuera Tamar: "Quédate como viuda en casa de tu padre hasta que crezca mi hijo Selá."

Pasaron los años, Judá enviudó y Tamar se veía que el tiempo pasaba. Ni corta ni perezosa, se disfrazó de prostituta, sedujo a su suegro (sin que éste se diera cuenta que estaba "sembrando" con su propia Nuera).

Judá no tenía con qué pagar a Tamar por sus servicios. Mientras le enviaba el pago (un cabrito), Tamar exigió de prenda su sello, su cordón y el bastón que tenía Judá en la mano.

"Como a los tres meses aproximadamente, Judá recibió este aviso: "Tu nuera Tamar ha fornicado, y lo que es más, ha quedado encinta a consecuencia de ello." Dijo Judá: "Sacadla y que sea quemada."

Pero cuando ya la sacaban, envió ella un recado a su suegro: "Del hombre a quien esto pertenece estoy encinta", y añadía: "Examina, por favor, de quién es este sello, este cordón y este bastón."

Judá lo reconoció y dijo: "Ella tiene más razón que yo, porque la verdad es que no la he dado por mujer a mi hijo Selá." Y nunca más volvió a tener trato con ella.
─ Génesis 38:24-26

Al parecer, Judá tenía muy buena puntería pese a su edad, pues Tamar dio a luz a dos mellizos.

Y ocurrió que, durante el parto, uno de ellos sacó la mano, y la partera le agarró y le ató una cinta escarlata a la mano, diciendo: "Este ha salido primero."

Pero entonces retiró él la mano, y fue su hermano el que salió. Ella dijo: "¡Cómo te has abierto brecha!" Y le llamó Peres. Detrás salió su hermano, que llevaba en la mano la cinta escarlata, y le llamó Zéraj.
─ Génesis 38:28-30

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