Zhao Yi (1727-1814)
Un visitante acudió a mi puerta
para ofrecerme dinero por un texto.
Me pidió escribir la inscripción de una lápida
e insistió en que la hiciera encomiosa:
en la vida polÃtica, todo un Gong Sui o un Huang Ba;
en la erudición, un Zheng o un Zhu Xi.
Creà que serÃa algo divertido,
asà que me ajusté a sus requerimientos.
Confeccioné una pieza llena de frases bonitas,
¡y he aquà a un genuino caballero!
Cotejé mi escrito con lo que él realmente habÃa hecho,
y no valÃa ni una onza de las diez libras que me
habÃa pagado.
Supongo que mi escrito será recordado:
¿quién podrá decir si el hombre era un tonto o un sabio?
Y tal vez me citen como prueba,
para que mi escrito se transcriba en los anales
históricos.
Ahora comprendo que en las historias de los antiguos
la mayor parte es pura vanagloria.
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