Respecto a la aparición de la novela peruana: De Lima de aquí a cien años de Julián M. del Portillo hasta El Padre horán de Narciso Aréstegui.
Es muy discutible aún afirmar de modo tajante que la primera novela peruana es Teresa o el terremoto de Lima de Pablo de Olavide. Para aproximarnos de modo más sustancial al inicio de la tradición novelística en el Perú, debemos indicar que las primeras manifestaciones explícitas de la novela en el circuito literario peruano se dieron a través de las novelas de folletín que aparecieron en la década de 1840, en su mayoría de autores extranjeros. En este proceso, la aparición del espacio dedicado a las novelas de folletín en El Comercio fue clave en la consolidación del público lector en elmedio peruano: “Entre 1839 y 1843 se publican 49 textos narrativos en forma de folletín en El Comercio. La mayoría de estos textos tenía entre 3 y 8 entegas, pero hubo varios que superaron las 15 entregas[1]”.
Dentro del conjunto de novelas de folletín publicadas en El Comercio destaca Lima de aquí a cien años del autor un peruano que firma con con el nombre de Julián M. del Portillo, novela epistolar de carácter futurista, cuya primera parte se publicó el 30 de junio de 1843 en el Nº 1213 de El Comercio. El limeño Arthur y su amigo Carlos, que se encuentra en Cuzco intercambian cartas donde hacen descripciones de visiones acerca del futuro de la ciudad de Lima (alumbrado eléctrico, mejoramiento del puerto del Callao, la aparición del telégrafo) así como el futuro del mundo: Inglaterra hundida en el mar, Francia industrializada y próspera, y Rusia convertida en la potencia mundial por una alianza con China. El 4 de julio de 1843 en el Nº 1216 de El Comercio aparece Cuzco de aquí a cien años, segunda parte de la novela Lima de aquí a cien años, donde Carlos A. le responde a Arthur, haciendo lo propio con el Cuzco que poseerá una biblioteca con doce millones de tomos y ciento ochenta teatros en toda la ciudad[2]. El 1 de agosto de 1843 se publica en el Nº 1241 de El Comercio la tercera entrega de este relato bajo el título Lima de aquí a cien años. Segunda carta, donde Arthur aclara que Inglaterra no ha desparecido pero si disminuido su importancia debido a los cambios políticos en Rusia (refieriendo una efectiva sublevación de los siervos) y la alianza estratégica con China. “Esta entrega concluye con la visita que realiza Arthur a un anciano honorable que lo ha invitado a cenar. El hombre que viene del pasado insiste en conocer lo ocurido con su patria durante su ausencia. Esta pregunta es retórica porque abre un espacio de suspenso que solo se revelará en la siguiente entrega[3]”. La última entrega se publica el 2 de agosto de 1843 en el Nº 1242. El anciano cuenta la historia del Perú resaltando los acontecimientos luctuosos de la misma. Velázquez indica que “Lima de aquí a cien años es quizá el primer texto narrativo ficcional plenamente original esrito por un peruano que se publica por entregas sucesivas en un periódico[4]”. Sin embargo, la desarticulación estructural, la falta de profundidad en la configuración de personajes y la evidente finalidad recreativa –antes que de búsqueda del placer estético− para con el público lector, no permiten considerar esta novela de folletín como un texto del todo consolidado.
Posteriormente, se publican en El Comercio entre el 13 de mayo y el 20 de mayo de 1844 las sucesivas entregas de la novela de folletín Gonzalo Pizarro de Manuel Ascencio Segura, intento más sólido de novela y que inaugura la novela moderna en el Perú. A palabras de Marcel Velázquez “Esta novela de folletín es simultáneamente la fundación de la novela histórica en el Perú y ofrece una visión conflictiva del periodo de la Conquista y del pasado virreinal[5]”. Cuatro años después (1848) se publica en El Comercio −en ochenta y tres entregas− el Padre Horán de Narciso Arestegui (véase Literatura peruana).
A continuación la primera parte de la novela Lima de aquí a cien años:
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