martes, 26 de enero de 2010

STANLEY VEGA REQUEJO: Inútil Inventario

Enviado por admin el Dom, 23/11/2008 - 21:20.
Nací en un pueblito que se ubica en Santa Cruz (Cajamarca), lugar en el que nació Antenor Orrego. A los pocos años de nacido me trajeron a ésta ciudad, Chiclayo, donde he pasado buena parte de mi vida. Donde descubrí el mar, unos labios tersos, el ardor lírico de aquella piel ausente.
Estudié Lengua y Literatura. He publicado algunos libritos de poemas: "Inútil Inventario" (Arte Rupestre, 2001), "Soliloquio de las Hojas" (2003) y "Danza Ominosa" (Prometeo Desencadenado, 2005).

Durante siete años colaboré en el suplemento Dominical del diario La Industria de Chiclayo. Por allí, edité un par de revistas, saqué plaketas, dirigí algunos talleres de poesía. Ahora sólo respiro de a poquitos, mientras un cigarrillo me espera en la plazuela donde no tardaré en escribir todo esto.


Poemas de Stanley Vega


1
Cuando llegue
la hora de partir
jamás olvides
colocar tu corazón
en la mochila.
En cualquier aldea
existe una linda muchacha
esperando la llegada
de un forastero
con los muslos tibios
y acogedores.

7
Hoy he vuelto a viajar
hacia un lugar
donde nadie me espera.

Y es que a decir verdad
nadie existe.

17
No hay nada
en que aferrarse.

Ni siquiera los vellos
luminosos de tu sexo
pueden salvarme
de esta caída
inevitable.

28
Abrazo los precipicios
como a esos tiernos
hermanos
que jamás tuve.

Abrazo el aire.
Abrazo mi pecho.

Y es una tibia canción
la que me acaricia.

29
Ocurre que Dios
de pronto quiso
verse frente al espejo.

Y sólo vio
el aire
que flotaba
en silencio.

de "Danza Ominosa"



SOLO QUIERO DESPUES DE MUERTO

vivir navegando en la memoria de un ave.
Alimentarme de insectos
en tanto recorra las ramas
de una estación cualquiera.
Despiojarme las alas.
Beber agua turbia de los charcos
pasada la lluvia
y cagar
cagar mientras vuelo
sin pensar en mi última lectura
o el sentido de mis huellas
dejadas en esta existencia.
Solamente olvidando,
olvidando esta terrible idea de ser humano.



Y SI DIOS OYE TODA VOZ NUESTRA

como dijiste -
el oído de Dios debe tener
un tamaño descomunal
ya que viviríamos allí, dentro
y el mundo sería pues en este caso
una triste y miserable bolita de cerumen.

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