martes, 12 de enero de 2010

PLEGARIA

Señor, yo quisiera ser limpia
de cuerpo y alma,
como la prístina azucena;
que ni el cierzo la aja,
ni el polvo la contamina.

Quisiera ser fuerte y resistente;
como la palmera del desierto,
que ni la tormenta le hace
doblegar su copa.

Quisiera ser bondadosa,
y buena y bienhechora,
como el arroyo, que amoroso
riega la campiña.

Quisiera ser sencilla y transparente,
sin asomos de hipocresía,
como las traslúcidas
gotas de rocío.

En fin.- Yo quisiera
ser franca y generosa
como el arborecente plátano
que generoso y en todo tiempo
nos brinda
sus óptimos frutos.

Del libro "Poetas de Cajamarca" de Luzmán Salas.
VICENTA BAZAN DE ARAUJO.- Celendín - Cajamarca, 1880-1955.
Cuentos y Poesías inéditas.



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